Este bicho, al contrario que las escolopendras, con las que se puede confundir, no pica ni muerde, pero es tóxico si se le espachurra, pues segrega una sustancia irritante a la piel humana.
En Losar de la Vera, Cáceres, en septiembre de 2014.
Fotos cortesía de Carmen Nieto. Gracias.